miércoles, 19 de mayo de 2010

El primer ciclista de color

A Marshal W. Taylor le pusieron el apodo de Major (mayor del ejército) en la adolescencia porque solía vestir uniforme militar cuando hacía trucos en su bicicleta delante de la tienda de bicis para la que trabajaba en Indianapolis. Con el tiempo, el dueño de la tienda –Louis Munger- enfocó el talento del joven hacia la competición ciclista logrando éste su primera victoria a los 13 años en 1892.

Pero Major era negro.


Y ser negro en aquella época y en sur de Estados Unidos no era fácil. La liga americana de ciclistas de la época prohibió competir a los negros en 1894 justo en el boom de las carreras de pista. Major tuvo que refugiarse en competiciones menores reservadas a negros en las que demostró sobradamente sus cualidades; llegó a ser campeón de color de Estados Unidos.


Es entonces cuando su mentor – Munger- decide, no solo trasladar la tienda sino montar una fábrica de bicicletas mas al norte; en Worcester; en parte para aprovecharse del boom de venta de bicis de la época y en parte para luchar contra el racismo del sur en la mas tolerante atmósfera del norte. Major llegó a pulverizar dos récords del mundo pero por el mero hecho de ser negro supuso su descalificación.



Al poco tiempo de llegar al norte comienzan a ver los resultados de la mudanza y Major es admitido, por fin, como corredor profesional por un organismo de competición en Nueva York.


Su primera carrera como Pro fue también una de las mas duras; los Seis días del Madison Square Garden en Nueva York. Eran los tiempos en los que las carreras ciclistas eran uno de los acontecimientos deportivos favoritos del público masivo atrayendo miles de personas a recintos como el mencionado de Nueva York y moviendo mucho dinero. La estrategia de Major en esta carrera fue rodar ocho horas y descansar una, logrando la victoria con 1.732 millas. El público lo aclamó pero nunca volvería a someterse a la tortura de los Seis días. Su fuerte eran los sprints.
El “ciclón de color”, como los periódicos comenzaron a llamarle, compitió con valentía en el circuito profesional en 1897 pero tuvo que abandonar la lucha por la victoria final en la liga cuando los promotores del sur le negaban la entrada a sus eventos no pudiendo sumar los puntos de dichas pruebas. En ocasiones la hostilidad de los corredores blancos pasaba de las tácticas de carrera conspirativas entre ellos a las agresiones directas empujándole en la pista y dejándole inconsciente en alguna ocasión.


Aún así siguió logrando victorias y estableció un record mundial en 1898 en la milla a salida parada: 1 minuto 41.4 segundos con tan solo 19 años! Al año siguiente logró el campeonato mundial en Montreal –Canadá- en la primera ocasión en que salió a competir fuera.


¡Major era el segundo deportista negro en ser campeón del mundo tras el boxeador George Dixon en 1890-91!


En la temporada siguiente volvió a rebajar el record de la milla y se proclamó campeón americano de sprint.



La hostilidad por motivos de raza en las pistas fue cediendo según sumaba victorias pero cuando Major adquirió una vivienda en la Avenidas Hobson de la exclusiva zona de Columbus Park en Worcester, sus vecinos no lo vieron con tan buenos ojos, llegando a ofrecerle mucho mas dinero por la casa del que había pagado con tal de que se fuera del barrio. Major se negó y no tuvieron más remedio que aceptar a su distinguido vecino; en ese momento, uno de los negros más ricos de la época gracias a sus victorias sobre la bici.


Durante muchos años, Major rechazó invitaciones para correr en Europa porque sus creencias religiosas –era baptista- le impedían correr los domingos. Finalmente firmó un contrato en 1901, fue recibido con todos los honores en Francia y batió a todos los campeones europeos.

Su fama internacional creció con giras por Australia, etc. hasta que se retiró en 1910 con 32 años.

Pero Major no logró repetir sus éxitos deportivos en los negocios y una serie de deudas y enfermedades diezmaron su fortuna en los años veinte hasta el punto de verse abandonado por su mujer y perder todo. En 1930 marcha a buscar fortuna a Chicago y se aloja en un albergue mientras trata de vender su autobiografía. Murió en 1932 en un hospital de caridad y fue enterrado en una tumba sin nombre.


Dieciséis años mas tarde un grupo de ex ciclistas profesionales exhumaron sus restos y los situaron en una mejor parte del cementerio de Mount Glenwood con una placa de bronce que reza:


Campeón mundial de ciclismo que superó el difícil camino sin odio en su corazón. Un honesto, valiente, creyente, de vida limpia y caballeroso deportista. Un recuerdo a su carrera en la que siempre dio lo mejor. Te has ido pero no te olvidamos”.


Información facilitada por mi amigo Tori

5 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA CHICOS SE ACERCA EL SOPLAO. CREO QUE ALGUNOS HABEIS ENTRENADO MUY DURO. ESPERO QUE TENGAIS MUCHA SUERTE. ÁNIMO SOIS UNOS CAMPEONES. ESPERO PODER IR A ENTRENAR PRONTO EN CUANTO EL TRABAJO ME LO PERMITA. OS ECHO DE MENOS. UN SALUDO A TODOS.

CRIS dijo...

SE ACERCA EL SOPLAO CHICOS. SE QUE ALGUNOS HABEIS ENTRENADO DURO, ESPERO QUE TENGAIS SUERTE Y MUCHO ÁNIMO.ESPERO IR A ENTRENAR EN CUANTO EL TRABAJO ME LO PERMITA, ASI QUE FERMÍN NO SEAS MUY DURO CONMIGO. OS ECHO DE MENOS UN SALUDO A TODOS.CRIS

Roberto dijo...

Este Domingo si no tienes miedo a trolls Orcos Nazgûl u otras razas servidoras del señor del Mal. Si no temes que el ojo de Sauron te observe. Ármate de valor y decídete a salir de la comarca y cabalgar por la tierra media.

A las 9 en Pelayo.

Solo libran los que este fin de semana se dedican a “soplar”.

Saludos

Jose dijo...

No es una pérdida de tiempo recordar a aquellos que se lo merecen por sus meritos independientemente de cualquier otra condición. Me gustó leer esta historia que no conocía.

Anónimo dijo...

No es una pérdida de tiempo recordar a aquellos que se lo merecen por sus meritos independientemente de cualquier otra condición. Me gustó leer esta historia que no conocía.
Jose

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